En mi formación y experiencia como psicóloga he podido apreciar como juegan cuatro dimensiones del ser humano y cómo cada una puede ser vista por cada profesional de la salud mental en mayor o menor grado.
"La psicología se queda corta"... "El psicoanálisis poco sirve"... "Los cognitivos son materialistas... los religiosos son ingenuos, los psiquiatras son reduccionistas", "Los bioenergéticos son ilusos"... Estos son comentarios del diario vivir entre profesionales de la salud mental.
En mi opinión personal retomo a la Psicología como Ciencia del Espíritu, porque tomo en cuenta esta dimensión especial, la espiritual. En la gráfica circular doy a conocer las dimensiones del ser humano de acuerdo con el color del cristal a través del cual he mirado mi mundo interno y el mundo externo. La dimensión espiritual se encuentra en el fondo de todas las dimensiones y por esto es la predominante. En segundo término se encuentra la Sexual Inconciente. En tercer término se encuentra la dimensión social y en último, la dimensión biológica, que podría no ser determinante si lo social, sexual y espiritual evolucionan.
¿En qué consisten estas cuatro dimensiones?
Dimensión Espiritual: Es la energía que nos conecta con el universo, esa energía que recorre el cuerpo y vive eternamente y transformándose, aunque no la veamos ni seamos concientes de ella.
Dimensión Sexual Inconciente: Es la energía INCONCIENTE que se desarrolla a través de las etapas del desarrollo psicosexual. El deseo afecta casi todas las acciones que el ser realiza, pero enmascarado.
Dimensión Social: Abarca el aprendizaje, teniendo en cuenta la educación obtenida, el medio social y familiar en el cual vivimos, los hábitos adquiridos y de los cuales es difícil desprenderse no sólo porque el deseo se involucra, sino porque a veces no se desarrollan las habilidades cognitivas o no se habitúan determinadas costumbres.
Dimensión Biológica: Contiene la información CONCIENTE, voluntaria, genética que incluye el temperamento, la inteligencia y otras habilidades cognitivas con las cuales nacemos.